Cachi es el símbolo de los Valles Calchaquíes: un pueblo amable, tranquilo y prolijo al extremo, que supo conservar en sus calles y su arquitectura el aire colonial de sus lejanos orígenes.
La excursión comienza en el Valle de Lerma, y al llegar al pueblo de El Carril se toma la Ruta Provincial 33, hacia el Oeste. Se deja a un costado la pintoresca localidad de Chicoana y el camino se interna por la Quebrada de Escoipe, una zona de densas yungas que se van dispersando a medida que la ruta gana altura. En el paraje El Maray comienza el ascenso de la mundialmente famosa Cuesta del Obispo, que en algo más de 20 kilómetros trepa 1400 metros de desnivel. En el trayecto se ingresa al Parque Nacional Los Cardones, y poco después se llega al punto más alto de la cuesta: la Piedra del Molino, a 3450 metros sobre el nivel del mar, donde está la pequeña capilla San Rafael. Aquí, las vistas panorámicas son imponentes.
Luego, la ruta desciende hacia el valle Calchaquí, atraviesa la interminable Recta del Tin-Tin (trazada por los Incas como parte de su notable red caminera), se cruza con la RN 40 y pasa por el pueblo de Payogasta, desde donde se tiene una hermosa visión del Nevado de Cachi, un macizo montañoso que alcanza los 6380 metros de altura. Cachi aparece después de cruzar el río Calchaquí. En su pequeño centro sobresalen la plaza, la antigua iglesia San José de Cachi y el museo arqueológico Pío Pablo Díaz. Los días lunes los museos permanecen cerrados, puede haber excepciones.
En caso de que el lunes sea feriado, el museo cerrará el martes.
La vuelta a Salta se realiza por la misma ruta.
La excursión es de día completo, aproximadamente.
Pick up: a partir de las 7 hs
Retorno al hotel: a partir de las 18 hs
No incluye:
-Comidas
-Entrada a museos
-Propinas
Operatividad en fechas especiales:
-15/09 Fiesta del Señor y la Virgen del Milagro, puede dificultar el drop off en los hoteles.
-25/12 y 1 de Enero consultar tarifas y operatoria.
El recorrido comienza en los pueblos del Valle de Lerma: Cerrillos, La Merced y El Carril, rodeados por cerros bajos y áreas llanas con cultivos de tabaco, alfalfa, maíz y otros cereales. Más adelante aparece Coronel Moldes, que llama la atención con sus recovas a la vera de la ruta, y luego, hacia el Este se divisa el gigantesco espejo del embalse Cabra Corral. En el pequeño poblado de Alemanía (antigua cabecera del ramal ferroviario C-13) comienza la maravillosa Quebrada de las Conchas: son 83 kilómetros en los que la vista no da respiro, debido a los colores de sus cerros y a las increíbles formas dibujadas durante miles y miles de años por la erosión del agua y el viento. El Anfiteatro, la Garganta del Diablo, el Obelisco, el Sapo, el Monje, los Castillos y el mirador Tres Cruces son los atractivos más reconocidos, aunque cada metro de este camino es imperdible. La llegada a Cafayate se anticipa por la entrada en escena de los primeros viñedos, origen de los afamados vinos salteños, que en las últimas décadas le han sumado Malbec, Cabernet Sauvignon y otras uvas tintas a su tradicional torrontés. Bodegas grandes y boutiques ocupan toda la zona, y la excursión incluye la visita a una de ellas. Tras el almuerzo hay un tiempo para visitar el centro de la ciudad y luego se emprende el regreso por la misma ruta. Sin embargo, el panorama no es el mismo de la ida, ya que las luces de la tarde encienden los paisajes rojizos de la Quebrada de las Conchas.
Los días lunes los museos permanecen cerrados, puede haber excepciones. En caso de que el lunes sea feriado, el museo cerrará el martes.
La excursión es de día completo, unas 12 horas, aproximadamente.
Pick Up desde Salta: a partir de las 7:00
Pick Up desde Cafayate: 14:00
La excursión no incluye:
-Comidas
-Entrada a museos
-Propinas
Es una casona colonial del siglo XVIII, sus amplias habitaciones decoradas con objetos antiguos: lámparas, cuadros, piano, muebles, nos remontan a aquella época. Tiene paredes de adobe y pisos de cerámicas rústicas, las mesas se disponen en estas habitaciones y de igual manera en el patio. El patio tiene su encanto, está al aire libre, al lado de la higuera y el asador.
Mucho más que una peña. La Casona del Molino es un encuentro auténtico con el folklore de Salta. Los artistas ocasionales llevan sus guitarras y bombos y se “arma” el espectáculo allí. No son shows que siguen un guión, las personas presentes se unen a la peña para disfrutar de la música y el baile. La visitan muchos salteños que aman el folklore de Salta, suenan las canciones tradicionales así como las mejores canciones de Los Nocheros, El Chaqueño Palavecino, Los Huayra etc.
Es posible también que nos encontremos con algunos de estos artistas de renombre que visitan esta afamada Peña. Los turistas disfrutan tanto que se unen al baile y tararean las canciones.tar del baile y la música. Es una experiencia muy distinta a las peñas tradicionales.
La carta ofrece una variedad de comida regional (humitas, empanadas, tamales, locro) además de una carta de vinos y deliciosos postres.