Desde Santiago de Chile volará a Calama, desde donde iniciará un recorrido sin igual por el altiplano chileno, con pueblos milenarios y los paisajes agrestes que modeló el desierto a lo largo de los años. En el trayecto hacia San Pedro de Atacama, apreciará la Cordillera de la Sal y la única vista panorámica del Gran Salar, bajo la custodia del imponente volcán Lincacabur.